COMENTARIOS  AL  ÁRBOL GENEALÓGICO 

DE  FAMILIAS   DE  GRULLEROS

 
 

 

 

 

DEDICATORIA

Quiero dedicar este trabajo, a todos nuestros antepasados, que con enorme esfuerzo, lograron sobrevivir en tiempos realmente difíciles.

 

1.- INTRODUCCIÓN

Para realizar este comentario, partiré del árbol genealógico confeccionado con  más de 200 familias de Grulleros, en el período comprendido entre 1925 y el momento actual,  de las que  que elegiré 190.

Al tratarse de un comentario con un enfoque antopológico y social, interesa conntemplar   los hechos relevantes ocurridos en nuestro  pueblo durante el período así como las condiciones de vida de sus habitantes, y los medios de los que disponían, o las dificultades por las que atravesaron en cada momento.

 

1.1.  LA  AGRICULTURA EN GRULLEROS

En estos primeros  momentos del siglo XX, Grulleros vive casi exclusivamente de la  agricultura de subsdistencia, que trata tan sólo de satisfacer las necesidades básicas de un abultado número de hijos, necesarios para trabajar un campo, tecnológicamente muy atrasado.  Aunque existen naturalmente unos pocos  oficios de menor entidad, unos complementarios de aquélla,  otros a tiempo completo, como el caso del herrero, zapatero, el herrador, el carnicero o el pequeño comerciante de ultramarinos,  la inmensa mayoría viven del campo. Prácticamente todas las tareas se realizan con el esfuerzo humano, de ahí la necesidad de tan abultada mano de obra.

 Además del retraso en la modernización agrícola, en este primer cuarto de siglo, la situación económica general era mala. A  dicha penuria se sumarán los problemas acarreadaos por  la  Guerra Civil de  1936  a 1939, que   provoca que nuestro pueblo  se vuelva   aún, más dependiente de la agricultura, debido a  la falta de alimentos.

 

1.2. EL HAMBRE  Y EL ESTRAPERLO  

Los años de la posguerra, son años de hambre y de miseria. A la escasez de alimentos se une la falta de productividad del campo. Tiempos difíciles, de  cartillas de racionamiento. Los alimentos básicos son muy escasos. 

Todos hemos oído relatar  tristes historias de aquel tiempo. Una hogaza de un cuarto de kilo, que apenas daría para una comida,  debía  durar 3 días a una familia.  Lo mismo pasa con otros alimentos, pero fue la carencia de pan el principal problema al que nuestro pueblo se enfrentó en estos difíciles años. La situación, lejos de ser coyuntural se prolongaba en demasía,  pero fueron especialmente los años 1940-42 los más angustiosos.  Y si el pan escaseaba, ¿qué decir de la carne? Muchas familias subsisten a base de patatas y remolacha cocida.

 

 Es especialmente destacable la falta de trigo y la gestión que de ello se hizo lo que provocó el fenómeno del estraperlo [1], consistente en el acaparamiento de alimentos,  y posterior existencia de  un mercado negro, que permitió la acumulación de riqueza, a unos pocos, mientras que la mayor parte,  luchaba por sobrevivir.

Ante la escasez de trigo, la intervención estatal fue tan rígida, que obligaba a los agricultores a  declarar sus cosechas y vender lo considerado excedente  al Estado,  a través de Servicio  Nacional del Trigo ( SNT) creado en agosto de 1937, a unos precios tan bajos,   muchas veces inferiores al precio de coste, lo que  provocó  la ocultación de parte de sus cosechas y que las siembras no se hicieran en condiciones, a lo que se sumaron pertinaces sequías, y lluvuias fuera de tiempo que agravaron el problema. Para hacer un seguimiento más efectivo, el gobierno creó además del citado SNT, la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes, ―organismo al que  hacen referencia nuestros vecinos de Grulleros cuando se refieren a  “Los de Abastos”  en relatos referidos a la época. 

El Servicio Nacional del trigo (SNT), era el encargado de  distribuir  este cereal entre los transformadores -molinos y fábricas de harinas-, a unos determinados valores, o precio tasado y según unos cupos muy estrictos. También la harina resultante y el pan cocido tenían marcados sus precios, todo ello con las limitaciones de las cartillas de racionamiento que debían presentarse  para obtenerlos. Consecuencia de la intervención fue  la disminución de las cosechas. Así en 1945, en el conjunto de León  se produjo un 50% menos de trigo que en la media del quinquenio anterior. En el resto de España fue  aún peor.

 Entre tanto, con el estraperlo  los precios se disparaban.  Así, el recurso al mercado negro fue en unos casos una obligación, para quienes podían permitírselo,  mientras que otros pasaron una acuciante necesidad. Un kilo de azúcar cuyo precio estaba estipulado en 1,9 pesetas costaba más de 20 y un litro de aceite que debería costar 3,70 eleva su precio por encima de las  30 pesetas.

Según afirma  Javier Revilla Casado, [2] en lo  que las autoridades denominaban “mercado invisible”, llegaron a  venderse ilegalmente   un 38% el trigo ; el 37% de las alubias, el 51% de la cebada o el 52% de los garbanzos. Eso  con cifras del Gobierno  que  presumía  de la efectividad de sus controles; la realidad era aún peor.

El esfuerzo gubernamental fue tal, que siendo  Arias Navarro Gobernador Civil de León, entre 1940-1949,  se llegó  a prohibir la molturación de trigo en los molinos de maquila de  nuestros pueblos, ante la imposibilidad de controlarlos.  Con ello, los propietarios de las Fábricas de harinas  llegaron a ganar más de 1 peseta por cada kilo a mediados de la década de 1940, mientras que los molineros percibían la “maquila” [3], cobro en especie, que solía rondar el 4% del trigo que se les llevaba a moler, según afirma Revilla Casado. Fueron los molineros los más perseguidos  en aquel período,  produciéndose numerosos cierres, sanciones y detenciones.

Como anécdota, relatada por Revilla, destacaré  la del molinero de Vilecha, que intentaba huir por una ventana habiendo tirado parte de los sacos de trigo a la presa, cuando  fue detenido. Este es tan sólo un ejemplo de la infinidad de controles y multas que  “ Los de Abastos”  imponían a los molineros y que he oído contar de viva voz, en muchas ocasiones, ocurridos en molinos de Roderos  y otros pueblos  cercanos a Grulleros.

 


[1]  La palabra estraperlo, es el resultado del acrónimo derivado de Strauss, Perel y Lowann,( Stra–per-lo) apellidos de los holandeses, que promovieron el negocio, de corrupción política  que sacudió al partido de la izquierda radical de Lerroux , ocurrido durante la Segunda República Española.

[2] Revilla Casado Javier -La Economía de Posguerra en la provincia de León (1937-1953).Página 113 y ss.

[3]  Maquila. Parte de la molienda que se quedaba el molinero por su  trabajo. Recordemos el gran cogedor  de latón con soporte de madera que el molinero introducía en el saco, cuando llevábamos a moler  la cebada para los animales.

1.3.  LAS CONDICIONES DE TRABAJO

En cuanto a las condiciones de trabajo del campo, sobre todo los veranos, eran agotadores. Las prolongadas jornadas, segando a hoz, concluían con gentes exhaustas, regresando a casa de atardecida, o en ocasiones  durmiendo sobre las “morenas”  en pleno campo. Muchas historias de este tipo, hemos podido escuchar a nuestros antepasados.

  A  la siega  sucedía el acarreo y  lentas tareas de trilla, con anticuados métodos de trillos tirados por vacas. La posterior limpia a mano,  aprovechando las rachas de viento favorable, que exigía  un enorme esfuerzo  lanzando  constantemente de la parva al aire una y otra vez,  hasta conseguir el grano casi limpio,  mezclado con  las “ grancias” [1] . Luego con ayuda de la “ceranda”  se iba despojando de la paja hasta completar la tarea. La recogida del grano y  por fin el transporte de la  paja, daba fin a las duras tareas del verano,  almacenando ésta sobre el  heno en  un pajar atestado y repisado.

Los largos y duros inviernos, en los que la actividad del campo era escasa, se aprovechaba en otros menesteres. El  lino, un producto tradicional de nuestro pueblo, que junto con el trigo  la cebada y el centeno permitían salir adelante a familias numerosas, se recogía en septiembre y tras las tareas de “ enriado” y  posterior secado, quedaba listo para el  “machacante, instrumento de madera que se accionaba con una


                                           Machacante

especie de pedal que al caer, aplastaba y rompía la corteza de la  planta.(Ver foto). El resto de tareas se acometía a lo largo del invierno, cuando  nada se podía hacer en los campos.

Fue el lino un producto  incentivado  en  la provincia de León, donde se estableció el Servicio Oficial de Fomento del Lino en 1942, con una importante superficie dedicada a su cultivo. Tenía además del  aprovechamiento textil, otros como materia prima de aceites, e incluso la harina  de linaza.

¿ Quién no recuerda las cataplasmas de harina de linaza con mostaza, que nuestra madre nos ponía al pecho  con ocasión catarros rebeldes? Cierto que te ponían el pecho en carne viva, pero parece que el remedio casero surtía efecto.

Se conoce  la existencia de una fábrica de linaza instalada en La Bañeza en 1948 e industrias de derivados  en Veguellina de Órbigo, donde se estableció Fibras Textiles Nacionales, SA adquirida por los catalanes.

En  invierno, las familias  se  reunían,  en  corrillos, aprovechando las horas de sol, en la calle. En las rinconadas orientadas al oeste, por la tarde, hombres  y mozos “espadaban”[2]  las cañas de lino, mientras las mujeres hilaban y  las mozas, aprendían la técnica  de sus madres, que  manejaban con destreza  husos  y  ruecas. Así formaban  las gruesas madejas, que luego se transformarían  en ásperas camisas, sábanas colchas, estameñas y las  “quilmas” [3], blanqueadas a golpes de batán.

 Los pequeños entre tanto, ajenos a los problemas de sus padres, correteaban alegremente   mientras jugaban al  “truque”, a las “tabas”, al  “ chirlo” o a la “ maya”, juegos que pronto nosotros heredamos.

Llegada la tarde, en las humildes  y frías  casas, la madre preparaba la escasa  cena, en la cocina. Lúgubre sala, de campana cuadrangular repleta de negro y brillante  “sarrio”, [4] era el único reducto habitable en  invierno . Allí  se reunía la gran familia, en torno al fuego. Con los ojos  llorosos por el humo,  escuchan al abuelo antiguas historias, en aquellas frías noches.

 La corriente eléctrica no había llegado a Grulleros. Tan sólo el fuego del hogar  que les calentaba por delante. El candil,  la tenue  luz de la vela  o del  farol, les guiaba a la temprana hora a la que debían irse a la cama. Los jergones de paja de maíz, crujían, bajo el peso de los numerosos hermanos que se  apretaban entre sí, para darse calor bajo el viejo cobertor de estameña.

Llegado el buen tiempo, muchos  jóvenes se afanaban cavar hoyos  por repoblar una parte de las fincas de secano de la “cuesta”. Desde La Mediana  al Fontanal y del Caserío del Valle a la raya de Viloria, nuevas plantas de vid, de Prieto Picudo, de Mencía de Malvasía, Garnacha, Tempranillo o Moscatel,  traídas de diversos puntos de nuestra geografía, repoblarían las esteriles tierras de la cuesta de Grulleros. Otros injertaban el abundante  Híbrido en cepas de “bravo”. Pocos años después, los jóvenes majuelos se  transformarían  en frondosas viñas que proporcionarán  un nuevo empuje  a la economía fammiliar de nuestros antepasados. Herencia de ello fueron las viñas, que  nosotros conocimos, ya avejentadas por el paso de los años, pues nada dura  para siempre, y también asistimos a  su declive y  desaparición.

Fueron  años de  duro trabajo, durante los cuales, sobre todo la gente joven,  se empleó en la dura tarea de   la construcción de las cuevas, iniciadas por sus padres, en las que más tarde se haría  el vino de futuras cosechas.  En el talud de la cuesta, a golpe de piqueta, se iba  arrancando la arcilla que luego se sacaba a pala   al principio  por la puerta, y más tarde, llegados a la mitad de la misma,  por el ventano. Con la ayuda de la talegas se elevaban  toneladas de arcilla tirando de “maroma”  con ayuda del viejo artilugio de la “ naspa“ . Muchas de ellas hoy se han hundido debido al abandono y  la escasa utilización de las mismas.


 

 
  Naspa


[1] Grancias. Paja gorda con nudos , que por ser pesada quedaba junto al grano y necesitaba ser sacado poco a poco con la ceranda.

[2]  Espadar. Batrir el lino  con la espada de madera para quitarle el tamo y así poder hilarlo.

[3] Quilma.- Costal o saco alargado y de color blanco para  transportar el trigo de la era a las paneras.

[4]  Sarro, hollín. Sustancia grasa y negra que se deposita en las chimeneas, como consecuencia del humo.

 

1.4. CIERTA MEJORÍA " LA DOBLE" Y "EL TRENÍN"

 

Dentro de este ambiente  de miseria, un atisbo de esperanza surge al fin. Si la llegada del ferrocarril  se consideró un gran avance para León, no menos importante fue para Grulleros la construcción de la segunda vía anunciada  en el primer cuarto del siglo XX. La compañía  Norte, encargada  de construir  el tramo Venta de Baños-León había llegado ya al vecino   Palanquinos.  Necesitaba mano de obra para realizar la obra, y el tramo que restaba hasta León aún daría para dos décadas hasta concluir en la capital allá por el 1950.

La que en Grulleros se dio en llamar “ La Doble”  ofrece una buena de  oportunidad de trabajo. Jóvenes fuertes con ganas de cambio,  excedentes del campo que se les queda pequeño, ven la oportunidad de medrar en una ocupación con futuro. Un buen número de ellos se enrolan en La Norte, que años más tarde, tras la guerra Civil, engrosarán la plantilla  de  Renfe.

De estos años viene precisamente la expresión acuñada en nuestros pueblos de: “esto no lo arrastra ni La Balastrera”, que hace  referencia a lo pesado de una  carga. Era precisamente la máquina de vapor llamada La Balastrera, porque acarreaba el “ balastro” o balasto,  piedra picada destinada a sustentar el firme de las traviesas de la vía.

Cuando estudié el origen del paraje “ La Balastrera” de Vega de Infanzones, nadie supo darme raón de aquel  extraño nombre.  Más tarde llegué a la conclusión de  que se refería a la máquina  que arrastraba los vagones de piedra con destino a nueva vía. Pero hasta ahora,  no había encontrado este testimonio tan claro, como el que rescato de una  canción cántabra, muy popular, que dice:

 

                                                                                                                                          

Cuando la máquina pita,
 por el alto de Ontaneda,

dicen los trabajadores:
  Ahí viene la Balastrera.

 

Ahí viene la Balastrera,
la que arrastra los vagones,
la que carga con la piedra,
para los trabajadores.

 

Recordemos que la  única comunicación viable  de Grulleros, era el  tren. Para tomarlo era preciso caminar a pie un buen trecho, hasta la estación de Torneros. Difícil olvidar la estampa grabada  de  los años de la niñez, de “El Trenín”. Su característico y agudo pitido, al final  de “La Besada”,    marcaba las  7 de la tarde en Grulleros. Era “El Trenín” que con impaciencia esperábamos los sábados, a que   el padre de familia  regresara del mercado de  León, tras vender patatas y lechugas  en la Plaza Mayor.  Previamente, de madrugada, se habían cargado en  el pequeño camión de “Botas” [1] que las llevaba a la plaza.

 Con sus  vagones de 3ª clase, y   asientos de madera, hacía las delicias de los niños cuando subíamos por vez primera al tren, para ir a la capital. Toda una grata experiencia para unos niños que nunca habían salido del pueblo.

 

Tiraba de él una pequeña locomotora de vapor, de chimenea alta, del tipo Sharp & Stewart (foto izda. de arriba),  cuya potencia  no pasaba de los 600 Caballos (CV). Años más tarde fueron sustituidas por potentes locomotoras,  que sobrepasaban los 2.500 CV  y las últimas Mikado japonesas ( foto arriba  dcha.) que fueron las últimas alimentadas a carbón, que vimos  rodar por nuestras vías  allá por  los años setenta.

Los chavales acudíamos con puntas, que el tren aplanaba en los raíles, mientras otros, en el   “desbarro” de la vía, recogían los abundantes  trozos de carbón, no quemado, que se escapaban al fogonero  y que  luego servirían para  calentar las “ cocinas económicas”esmaltadas en blanco que recientemente se habían  instalado en las modernas cocinas, .

Tras este breve paréntesis, a modo de anécdota, retrocedamos unos años. Muy ligado al ferrocarril se produce en 1933,  un nuevo evento que  contribuirá al desarrollo  del campo tanto de nuestro pueblo, como de toda la zona. Se trata de la instalación de Azucarera Santa Elvira, con una capacidad de molturación de 700 toneladas diarias, se llegó en sus mejores tiempos, en los años 70 a las 3.000. Y recalco lo de  su relación con el ferrocarril, ya que ésta no podría haber existído sin aquél. Eso  hizo posible  la prolongación de  una vía supletoria que partiendo de Trobajo, llegara a la misma fábrica. Este hecho redujo considerablemente el esfuerzo del transporte de la remolacha a los  agricultores de nuestro pueblo, que en vez de entregar  el nuevo cultivo directamente en la fábrica de   León, pudieron hacerlo en la recogida que se instaló en  los aledaños de la estación de Torneros.

Corría el año 1935  del que cabe reseñar otro   momento importante para Grulleros. Me refiero a la llegada de la luz eléctrica. Poco a poco se consiguió completar el tendido eléctrico desde el  molino de Villanueva de las Manzanas, antiguamente propiedad de la Catedral de León. El enorme molino, constituído también en asserradero y fábrica de luz,  suministraba además de Grulleros, a otras 7 localidades: Palanquinos, Villarroañe, Vega de Infanzones,  Villadesoto, Torneros, Sotico y la propia Villanueva de las Manzanas.

Muchos recordamos, incluso bastantes  años después, los frecuentes cortes de luz durante horas y cuando el filamento de la bombilla se quedaba en una fase, con lo que apenas se lograba identificar a los miembros de la familia. Podemos imaginar  cómo fueron los primeros momentos de aquél  precario suministro.

 

Hacia 1950 las familias ya no eran ya  tan numerosas y la agricultura comienza a proporcionar a base de  estricto  ahorro, y  a costa de sudor y abnegado trabajo, el capital  para  un mínimo desarrollo. Las comunicaciones iban  mejorado, el  uso de la bicicleta y más tarde del ciclomotor hacían posible trasladarse a trabajar a la ciudad viviendo en el pueblo y complementando aquellos pequeños sueldos con la misera rentabilidad del trabajo en el campo. Finalmente muchos de estos vecinos de Grulleros, terminarían por residir en León, produciéndose un verdadero éxodo del campo a la ciudad.

En la década de los 60 el campo comienza a producir  excedentes, en familias menos numerosas, que  los pequeños agricultores venden para conseguir otros bienes. Productos, que hurtados al consumo familiar, se  venden en la tradicional Plaza Mayor de  León, en el mercado de los sábados.

Las explotaciones  agrarias con el complemento de unas cuantas vacas,  que son atendidas por la familia, van saliendo adelante. Esta incipiente vaquería, va proporcionando un alivio económico  a la familia con la renta mensual de la leche que entregan a la empresa  “Aly” , con recogida en el portal de la casa de "Upe", cerca del "caño" de  Grulleros.  El trabajo sigue siendo duro, ya que un nuevo cultivo, la remolacha azucarera, que exigía un esfuerzo continuado, ha reemplazado al tradicional lino, pero un nuevo modo de vida, aunque muy sacrificado, se divisa  en el  lejano horizonte.

 El  levantamiento del bloqueo comercial y el desarrollo económico, terminan por impulsar un cierto grado de industrialización y el  cambio del modelo agrícola, se deja notar tímidamente en nuestro pueblo. Aunque siempre en  precario,  y  en cierto modo miserable, la agricultura y ganadería de Grulleros viven el momento de máximo esplendor.

Fruto de un nuevo impulso, en 1965 se produce la electrificación del ferrocarril en el tramo Palanquinos-León. Los postes de metal y las típicas catenarias dan un nuevo  aspecto a nuestras vías,  a la vez que iban desapareciendo  las últimas  locomotoras de vapor. Modernas máquinas  de gas-oil, de vivos colores, automotores ( el plateado TAF  y luego TER)  y más tarde  las modernas máquinas  eléctricas, fabricadas en Inglaterra, ( foto  de abajo), iban reemplazando   a las viejas de carbón, envueltas en abundante  humo negro, que  se precipitaba a tierra los días nublados.


[1] Botas .Vendedor ambulante, de Ardón, que  allá  por los años 60 y 70  recorría nuestros pueblos vendiendo toda clase de productos de ultramarinos.

 

Por fin el progreso, a cuentagotas, iba llegado, a Grulleros. Segadoras de segunda mano, tiradas por yuntas de vacas o caballerías, comenzaban a aliviar las labores de siega del verano. Atrás quedaban las  viejas hoces  y  guadañas. El empleo de caballerías en la trilla aligeran  estas labores en la era y la máquina de limpiar a motor  ahorraba el duro trabajo de dar de manivela.

 Pronto llegarían los tractores. Los Ebro de 55 CV, todos de segunda mano, claro. Con su ruedas brillantes, que parecían nuevas. Grulleros, tierra de minifundio, no tenía grandes fincas,  a las que sacar rendimiento y un  viejo tractor era la única aspiración por el momento. Aquello representaba una revolución, en un campo tecnológicamernte tan atrasado como el de nuestros pueblos. Las labores de arada y siembra se aligeraban de manera notable. El transporte  en remolques se hacía mucho más cómodo  y los desplazamientos mucho más rápidos. Por fin el trabajo del campo, comenzaba a ser más llevadero y se podía abarcar más terreno que cultivar, con el consiguiente aumento de la producción.

Pero el progreso  de nuestro  campo tenía  los años contados.  A partir de los años 70, comienza a notarse ya una cierta  decadencia en las explotaciones agrarias. Cuando el campo de nuestra zona, parecía haber alcanzado su máximo desarrollo, y existían  los medios  para aumentar la producción, comenzaban las restricciones y el límite de los contingentes. Pronto se sumarían  las cuotas lecheras, consecuencia de la entrada de España en la CEE y el declive de la agricultura y la pequeña ganadería  sería imparable.

El trabajo en la ciudad, propiciado por el auge de la construcción tanto  en León como  en los pueblos de alrededor,  y los empleos  en  Renfe y poco más,  a duras penas, va asumiendo el excedente de mano de obra que el campo no puede mantener. Las  explotaciones agrarias que los jubilados abandonan, no  encuentran   su remplazo en jóvenes agricultores. La inmensa mayoría de ellos han salido buscando  nuevas oportunidades,  sabiendo lo sacrificado de las labores de sus padres,  y la estampa de las fincas en “adil”, las viejas viñas sin cultivar,  y  cuadras cada vez más vacías,  va  a ser, a partir de ahora,  la tónica general del campo de Grulleros.

 

2.- ÁMBITO DE ESTUDIO Y FAMILIAS DE GRULLEROS

El presente comentario se realiza  desde una perspectiva antropológica y social, abarcando  el período comprendido entre 1925 y  los tiempos actuales. Se refiere a  los enlaces matrimoniales celebrados desde aquella lejana  fecha y el día de hoy, entre  vecinos de Grulleros entre sí, en una primera fase, y con  otros  venidos de fuera del pueblo pero que  fijan aquí su residencia. No contempla los enlaces realizados fuera del pueblo,   a pesar de  haber nacido en Grulleros.

El pueblo de Grulleros, se estructuraba, allá por el 1925, en torno a poco más de una quincena de grandes grupos familiares  (o familias extensas) que serían: García, González, Fernández, Soto, Castrillo, López, Aller, Centeno, Cabero,  Santos, Alonso,  Martínez, Ibán, Redondo, Lorenzana, Pellitero,  y otros que paulatinamente se fueron incorporando  al pueblo, provenientes de su entorno inmediato, y recientemente  de un ámbito mucho más amplio. La combinación de éstas, mediante nuevos  enlaces  matrimoniales,  dentro de un  ancestral  sistema endogámico  local, dio lugar a algo más de  75 grupos familiares. En ellos, los apellidos se combinan, alternan y entremezclan, surgiendo otros nuevos,  que provoca la subdivisión de los anteriores, elevando la cifra a  más de 200 familias nucleares,  ―entendiendo como tales aquéllas en las que conviven,  dentro un mismo hogar,  padres e hijos, y esporádicamente  un tío  o un antecesor viudo―. Naturalmente en este cómputo se incluyen todas las familias formadas desde aquella lejana fecha hasta  los momentos actuales.  Desde el  el último cuarto del pasado siglo,  la incorporación de nuevos apellidos llegados  de una zona cada vez más amplia,  han  configurado una nueva fisonomía de apellidos de Grulleros, como veremos más adelante.

3.- METODOLOGÍA Y DIFICULTADES

Inicié este trabajo sin un objetivo concreto, tan sólo como una forma de ejercitar la memoria, dada mi dilatada ausencia de Grulleros ― casi 50 años― con tan sólo intermitentes y escasos días,   de visita o vacaciones, a lo largo de  este período.

Así comencé un buen día, a escribir en un papel, casa por casa, los nombres de las personas que recordaba, de los años de mi niñez. Sólo nombres, nada de apellidos. No pasé de los 80 ó 90  y desanimado por el fracaso,  me decidía a abandonar cuando  al día siguiente, sin apenas pretenderlo, afloraron a mi memoria   otros 70 u 80 más. Pasaron los días y la  lista no cesaba de aumentar hasta contar con más de 400 nombres, y muchos de ellos con apellidos. Fue entonces cuando decidí acometer la tarea de  intentar  estructurar  el árbol genealógico de  la mayor parte de las familias de Grulleros.

Semanas después, eran ya más de 500  los anotados, pero la dificultad estribaba en cómo estructurar aquel  enredo de nombres , apellidos y familias que se entrecruzaban  y se relacionaban entre sí. Los  apellidos, ¿eran correctos? Las dudas hacían que el trabajo en solitario apenas avanzara. Llegaba el momento de pedir ayuda, la tarea  en solitario, se hacía cada vez más “cuesta arriba”  y el progreso lento y fatigoso.

 Y , ¿con quién intentarlo? Pues el camino más fácil y rápido; mis padres. A pesar de su avanzada edad, fueron resolviendo muchos de estos interrogantes, pero iban surgiendo otros, mientras yo trataba de dibujar diagramas que aclararan las relaciones entre familias. Claro que hubiera sido más fácil preguntar uno por uno, a los vecinos del pueblo, lo cual hubiera alargado este trabajo casi  indefinidamente. Además los escasos intentos en este sentido, no me resolvieron las dudas que tenía sobre  su propia familia. Por otra parte, la imposibilidad de publicar dichos datos, por imperativo legal,  hacía estéril un trabajo que no iba a verse  reflejado  nunca  en público.

Aficionado a las nuevas tecnologías, me conecté  a mi cuenta de Facebook,  abandonada durante meses, y allí recordé relaciones, visualicé fotos, pude establecer algunos  nexos familiares, pero apenas conocía a los jóvenes, que son los que  verdaderamente manejan en este mundo  virtual. Muchas  de mis deducciones, eran en base a escuetos comentarios de fotos. Un pequeño pasito, sí, pero…  “ mucho ruido y pocas nueces”.

Acudí entonces  al listado telefónico “ on line”, ya que la guía telefónica impresa es escueta, y no da nombres de pila,  sólo iniciales. Haciendo asociaciones entre las direcciones y apellidos, conseguí  tímidos avances. Intenté otra solución que supuso un progreso considerable consultando las esquelas por internet, tanto en la red provincial como en la web de “rememori.es”, aunque no había tantas como había imaginado. Solamente los recientes y no muchas. Los recordatorios que mis padres guardaban, me ayudaron  a comprobar,  no tanto de nombres nuevos, que ya pasaban de  a los 750,  sino  que los apellidos anotados eran  correctos, corrigiendo los erróneos. No obstante, la información obtenida confirmaba mis apuntes pero no aportaba mucho nuevo. No suelen  dar noticia de antepasados y los colaterales  a veces  no aclaraban gran cosa.

 Me ha sido de utilidad, el portal de Archivos Españoles (PARES), no para el objetivo principal,  pero sí para comprobar la antigüedad de determinados apellidos de Grulleros como se muestra en los documentos, siguientes: García Pérez, Castrillo, Soto, Nogal (Siglo XVI); Martínez, rey Rodríguez ,Crespo, Diez, Fernández, González, o Lorenzana (que aparecen ya en s. XVII.)

-Pleito litigado por Miguel  García, vecino de Grulleros, con Antonia Flórez y consortes, hijos de Cristóbal Pérez, … sobre denuncia de nueva obra hecha en unos molinos del año 1529.

-Pleito litigado por Miguel del Castrillo,  Pedro de Soto, María del Castrillo, con Bartolomé del Nogal, vecino de Grulleros, sobre restitución de los bienes sobre ciertas heredades . (1591)


Bartolomé Martínez, Simón Rey, Andrés RodrÍguez, Juan Rodríguez, Francisco Crespo, vecinos de Grulleros,… con la catedral de León,  Gonzalo Diez, Bartolomé Crespo, Santos Fernández, Ana Crespo, Catalina García, Inés Velázquez, Saúl Gonzalez, Inés del Campobiudas  vezinas ( viudas vecinas) del lugar de Grulleros, (Año 1609)

           -Pleito de Simón de Lorenzana, vecino de Grulleros (1667).

 

Los datos obtenidos hasta  el momento, pasaban de los 800 nombres de antepasados y actuales,  ya iba a dar por concluida la fase de recogida de datos, cuando aún recibí  la colaboración que había solicitado a Cándido Soto  y José Manuel Pellitero, referida a sus respectivas familias y una especial de "Doni" , que haciendo un trabajo impresionante, fue recogiendo , de distintas familias  un gran número de recordatorios, con los que tuve la oportunidad de completar un buen número de familias. En total se cerraba provisionalmente con cerca de 1.000. A partir de aquí, comenzaba el concienzudo y tedioso recuento estadístico, de gráficas y  todo lo demás.

Tras el esfuerzo realizado, una pequeña decepción: No podría mostrar los diagramas obtenidos  de las familias en internet, debido a las restricciones de la   Ley de Protección de Datos. Esto, restaba efectividad al  trabajo, pues no hacía posible que la población de Grulleros destinataria del mismo contrastara  la exactitud de la misma. Tan sólo quedaba la opción de un simple comentario antropológico, estadístico y sociológico de los datos obtenidos. No obstante, el esfuerzo había merecido la pena; había tenido  la oportunidad de recordar vivencias, anécdotas y acontecimientos  vinculados a  muchos nombres,  y a sus vidas y un mayor conocimiento global de Grulleros.

 

4.- ESTRUCTURA DE LAS DISTINTAS GENERACIONES

Como paso previo al estudio de los distintos árboles genealógicos familiares, es preciso delimitar en lo posible, las distintas generaciones. La tarea no es fácil, puesto que no existe una línea divisoria clara. Los hijos de una familia numerosa, que vienen representados en la misma columna de su árbol genealógico, pertenecen a generaciones distintas. Así por ejemplo, la hija mayor de una familia vecina,  es de la misma edad que mi madre,  y por tanto de la generación de mis padres, y sin embargo su hermano menor, es tan sólo   4 años mayor que yo y por ello de mi generación. 

Para conseguir establecer una división de esta naturaleza,  estableceré  como punto de referencia nuestra generación que fijaré en una fecha de nacimiento aproximada, del año 1955. Descenderé a la generación de nuestros  padres hacia 1925, la de nuestros  abuelos en 1900, y la de mis bisabuelos en 1875 en sentido ascendente, tendremos la de mis hijos en 1985 y la de mis nietos en 2015, como muestra la  siguiente tabla a título de ejemplo.

        Ejemplo resumido de generaciones de mi familia

 

Establezco, de manera arbitraria,  una diferencia de unos 25 años en las primeras generaciones  ,  ya que la esperanza de vida de aquellos tiempos era mucho menor que la actual, y de 30 años en las siguientes. Con estos criterios de selección, resultan más de 200 familias,  nucleares, de las que tan sólo  incluiré 190, que poseen los datos imprescindibles para hacer el comentario.

Para hacer un estudio serio de este tipo, sería preciso contar con las Actas Matrimoniales y de Bautismo de los libros parroquiales y toda la documentación  anexa y unos conocimientos específicos de  antropología que no poseo. Por otra parte, esta  investigación en un número tan elevado  de familias, sería largamente laborioso  y llevaría muchos meses, incluso años  y sólo tendría sentido  en el contexto de un trabajo académico, que no tengo intención de realizar. Me limitaré a un breve comentario.

La muestra de matrimonios se refiere a aquellos que están perfectamente identificados. He desechado también los componentes de los de la  1ª generación  ya que la muestra era inconsistente debido a la  escasez de datos.

 

5.- COMENTARIO ANTROPOLÓGICO-SOCIAL

Uno de las principales objetivos  que me he planteado, ha sido la de comprobar  el grado de endogamia de los distintos momentos de la época que abarca el comentario, ―entendiendo  la endogamia como el casamiento entre personas del mismo pueblo, o de igual condición social o endogamia local. No  trataré aquí de  la endogamia   consanguínea o matrimonio entre parientes, aquellos que precisaban  de la correspondiente dispensa eclesiástica para celebrar su unión. El estudio de este aspecto, requeriría  una información muy detallada y que dadas las trabas de la legislación actual,  haría  difícil investigar  el lugar de origen y la vecindad de los cónyuges, en documentos auténticos de fuentes oficiales. Al carecer de los datos objetivos analizaré,  las causas que, a mi juicio, han motivado esta tendencia. 


5.1.-GENERACIÓN DE NUESTROS ABUELOS,  ( NACIDOS HACIA 1900)

En el cuadro que ofrezco a continuación, se reflejan los matrimonios celebrados, cuando  ambos contrayentes son  de  Grulleros, (28 )  y aquéllos en los que   uno de ellos, procede de  fuera, generalmente de los pueblos vecinos, Vega y Villadesoto. En la muestra elegida son 9.

  Esto mostraría un porcentaje de endogamia del 71,05 %. No estamos hablando de  coeficiente de endogamia, que resultaría de un cálculo de probabilidades más complejo, sino  sencillamente de los porcentajes de matrimonios realizados  dentro y fuera del pueblo. Si bien  la proporción parece alta, se explica, a mi juicio, fundamentalmente por siguientes motivos:

1.-La actividad casi principal de la época, como hemos visto en la introducción, era la agricultura de subsistencia, que pretendía satisfacer tan sólo  las necesidades básicas. Para ello se necesitaba un capital  mínimo y una mano de obra numerosa,  dado que los trabajos eran eminentemente manuales. En todas las labores del campo, en especial las de verano, la abundante mano de obra era fundamental. Además  uno  de los cultivos tradicionales de  la época además del cereal, era el lino. En su elaboración, desde septiembre, cuando comenzaba la recolección y el posterior “enriado”  secado  y machacado y las labores posteriores se  implicaba toda la familia. A lo largo de todo el invierno, se iban realizando las tareas de “ espadado”, cardado e hilado, momentos en los que apenas había  trabajo en el campo.

2.- Consecuencia lógica de  la abundancia de hijos, era una partición del caudal hereditario a  la muerte de los padres, lo que provocaba una serie de  pequeñas parcelas. Como no existían las suficientes fincas de calidad para legar a cada uno de los hijos, la práctica habitual en Grulleros era dividir las fincas más grandes en partes iguales, para tratar de establecer la equidad entre todos. Es lo que en Grulleros conocemos como fincas  “partijas”, es decir fincas de igual cabida, consecuencia de esta partición, que antes pertenecieron a un progenitor común.  Con este sistema el minifundio, aumentaba considerablemente y había una necesidad imperiosa de concentrar la propiedad,  pues de otro modo,  el cultivo de las fincas, cada vez más pequeñas, no era rentable. ¿Cómo se  llevaba a cabo tal concentración? Por dos sistemas principalmente:


a.- El primero era  realizar un cambio o permuta  con el propietario de la finca colindante, a veces sin siquiera documento  escrito. En la época no abundaban personas que supieran realizarlo. Muchas apenas sabían leer y escribir  y no se podía acudir a un abogado o  al notario por razones económicas. Esto provocaba muchas veces conflictos legales, porque al no constar en contrato,  no era posible acreditar la propiedad en determinados trámites que así lo requerían.  Además no faltaba el aprovechado, que pretendía revertir un cambio, cuando las circunstancias habían cambiado y  había fallecido  la persona  con quien se había pactado. Recordemos que cuando se inició la Concentración  Parcelaria, hace unos 40 años , había en el  municipio nada menos que  34.395 parcelas, a pesar del agrupamiento de fincas que cada particular había ido realizando por su cuenta.


b.- El segundo sistema era naturalmente, el matrimonio concertado, entre  personas del mismo pueblo,  y a veces, las menos,  entre parientes lejanos. La necesidad de recomponer un patrimonio potencialmente divisible, animaba  al desarrollo de esta estrategia matrimonial, que todos hemos observado, tanto en Grulleros como en pueblos vecinos, en épocas pasadas, aunque ello conllevara potenciales peligros que no  me detendré a  valorar.
En este sentido, abundaba el primitivo sistema, que luego se consolidaría como  costumbre, de realizar “los tratos” o conversaciones previas  mantenidas por  los padres del futuro novio y novia, muchas veces sin mediar la opinión  de éstos, por pura conveniencia. Si las negociaciones  llegaban a término, y había acuerdo, se elegía la fecha de la boda  y   el cura leía lo que en Grulleros llamaban “las velaciones” o amonestaciones. Era entonces cuando todo el  pueblo se enteraba y decían:” han salido novios fulano y mengana”.
No faltaba el avispado que, furtivamente en la noche, anticipándose al cura, para mostrar su conocimiento del hecho,  dejaba el rastro de paja  desde la puerta de la novia hasta la del novio, lo que delataba ya el casorio, antes de que el cura lo anunciase públicamente. No obstante como en los pueblos todo se sabe, al final quedaba al descubierto  el autor de la “ empajada”, hecho éste, que quedaba en una gracia nada más.


3.- Otra razón importante y esta de índole física  u orográfica la constituían  las malas comunicaciones de la época. No olvidemos que el río  Bernesga por la parte oriental constituía una barrera prácticamente insalvable. Sólo a través de la  barca de Alija se podía cruzar en invierno, al otro lado, si bien en verano era vadeable por diversos puntos.
Otro tanto ocurría por el lado de Palanquinos, donde el río  Esla, atajaba toda posibilidad de comunicación normal. Sólo después del año 1948, cuando  la vía sencilla que ocupaba el puente de hierro dejó libre este paso,  fue aprovechada para la carretera que uniría Vega con Palanquinos. El proyecto del nuevo  puente  ( mayo de 1948), se debió a la construcción de la doble vía del ferrocarril Palencia – la Coruña. Se hizo aguas abajo del citado de hierro , pero en este caso se empleó el hormigón armado como principal material, estableciéndose 12 bóvedas de 27,50 metros de luz. Hasta ese momento la comunicación en invierno era mínima.
Si alguien de Grulleros se casaba con una moza de Villarroañe,  por ejemplo, el cultivo del capital de uno u otro término no podía ser atendido convenientemente,  y la propiedad dispersa, no era tan rentable. Si por el contrario eran ambos del mismo pueblo la cuestión era mucho más sencilla.  Así, estas dificultades de comunicación restringían  el campo de   acción de los jóvenes, a la hora de elegir  al futuro  cónyuge.


4.- Por otra parte, las ocasiones de  entrar en relación los futuros novios eran escasas. Se limitaban a la fiesta del pueblo  y a las frecuentes bodas. En ellas era costumbre que  las mozas tocaran  la pandereta y cantaran y bailaran. Era una forma de exhibirse y llamar la atención de los mozos, que por supuesto no perdían detalle, siempre al acecho de  la moza más graciosa, lozana o salerosa, según las cualidades de cada uno. Pero eran sobre todo, los mozos los que más facilidad tenían para trasladarse de un pueblo a otro con ocasión de los festejos. Los itinerarios se realizaran  a pie y como mucho  a caballo. Las mujeres rara vez acudían a las fiestas, a no ser a Vega y Villadesoto, pueblos más cercanos, y  a la puesta del sol debían estar de regreso  en sus casas.


5.- Dentro de estos factores, llama la atención,  el escaso atractivo que representaban los  pueblos de la parte oriental. Ya he mencionado  las barreras de la occidental. Pero pueblos tan cercanos como Cembranos  o Viloria, en los que no existía una barrera física,   registran un bajo grado de unión con Grulleros. La necesidad de  conseguir en el campo una producción mayor en fincas de regadío, como eran las de nuestro pueblo, podría estar detrás de este escaso atractivo, pues los procedentes de  aquellos pueblos  ofrecían   terrenos más pobres y por tanto menor facilidad para progresar. Se puede decir que estaríamos  ante una especie  de endogamia social.

Hay que destacar que en esta generación  se produce la emigración a América, principalmente a Argentina.


5.2.- GENERACIÓN DE NUESTROS PADRES,( NACIDOS HACIA 1925)

Como muestra el siguiente cuadro, en esta generación  la situación  es ya  más equilibrada. Van disminuyendo   de manera significativa los  matrimonios celebrados en el ámbito de Grulleros( 36),  y aumentan los foráneos produciéndose  casi un equilibrio. 38  de ellos  son de fuera del pueblo, y el porcentaje de endogamia baja ya del 50 % ( 48,68). Las razones que pueden invocarse para ello pueden ser diversas:

 


1.- Son años de  una cierta mejora económica, superado el importante bache de la terrible gripe española. Las condiciones de vida aunque lentamente  van mejorando. Y la mortalidad infantil desciende, aunque se siguen registrando importantes bajas,  incluso de las madres en el momento del alumbramiento, como hemos podido comprobar en nuestro pueblo.
No obstante esta generación pronto se encontrará con un trauma, que desequilibrará el  ascenso tanto económico como  demográfico que se había iniciado. La Guerra Civil, provocará  un gran frenazo al  ligero progreso  y esta generación sufrirá también  el hambre y  el fenómeno del estraperlo. A pesar de ello,  la esperanza de vida, restando este bache, sigue aumentando y las posibilidades  de encontrar pareja son mayores.


2.- La ampliación de la segunda vía del ferrocarril, denominada entre en Grulleros “ la Doble”, supone un nuevo aliciente   para el empleo de  nuestro pueblo, y son no pocos los que  entran a formar parte de la compañía Norte que tras la guerra se integrarán en la  plantilla de Renfe, tanto en las labores manuales como en trabajos de otro tipo en la ciudad, tradición que se prolongará más tarde en los hijos de aquéllos.


3.-  Surgen en el campo   nuevos cultivos, como la alfalfa y la remolacha azucarera . El arado de vertedera que ya había  revolucionado la agricultura años atrás, propicia mejores cosechas. Los agricultores más decididos y con mejores condiciones comienzan a entregar el nuevo  cultivo en la Azucarera Santa Elvira. Las facilidades serán aún mayores  cuando la propia fábrica, consigue enlace del ferrocarril  desde Trobajo, momento en el que la azucarera   instala en la estación de Torneros un puesto de recogida de remolacha, que reduce a los agricultores en 9 Km., el esfuerzo del transporte, .Esto provoca un  flujo casi constante de  jóvenes, de Vega de Infanzones y Villadesoto por el pueblo que  propicia nuevos contactos.
Se produce una reactivación de encuentros entre jóvenes, que culminan en un considerable  número de uniones conyugales. Una vez establecido el primer contacto, y cuando la atracción mutua  es ya  evidente, los mozos  visitan con frecuencia a sus novias, eso sí, a las puertas de sus casas, atando el caballo a la reja, pero sin  entrar en contacto con la familia, pues  ni siquiera osan cruzar el dintel de la puerta. Son momentos en los que  es preciso  guardar las formas y salvo raras excepciones, la mujer llega virgen a la noche de bodas.
El antiguo modo de proceder, de no contar con los novios, a la hora de elegir pareja,  va cediendo y  éstos cobran  ya mayor protagonismo, imponiéndose muchas veces a los deseos de los padres, siempre  expectantes ante los futuros yernos o nueras. Se va produciendo un cambio social, que aunque tímido, va apuntando a dar mayor protagonismo en la toma de decisiones a las generaciones jóvenes, en detrimento de  de sus progenitores, lo que se acentuará en las siguientes generaciones.

5.3  NUESTRA GENERACIÓN, (NACIDOS HACIA 1955).

En nuestra generación  como se puede deducir  de la tabla  de abajo, la tendencia es la contraria a la de nuestros abuelos.

Tan sólo 6 matrimonios  se realizan entre nacidos en el pueblo. 86 jóvenes salen del pueblo para contraer matrimonio, o lo hacen con una persona de fuera de Grulleros. Se da un salto cualitativo, ya que no sólo se sale  del pueblo , sino también de la provincia.  El porcentaje de endogamia desciende de manera  brusca hasta situarse en tan sólo un 6,52 %.


La variedad de apellidos, es también, sin duda, un buen baremo para medir la endogamia de un lugar. En el caso de Grulleros, he realizado esta tabla que muestra cómo, a medida que  va pasando el tiempo,  los  los matrimonios de  nuestro pueblo  van incorporando cada vez más,  sobre todo hombres de fuera del  pueblo, de la provincia,  o de  más allá de ésta. En la lista sólo se contemplan  los celebrados en Grulleros  que fijaron aquí su residencia. Se observa con claridad la variedad de matrimonios que van apareciendo en las nuevas generaciones, por contraste  con el de las dos primeras.

Las razones de este drástico cambio son  evidentes:

1.- Nuestra generación es la primera que no ha sufrido las calamidades de la Guerra Civil,  ni el hambre de la posguerra. Como consecuencia de esas mejores condiciones de vida, se produce unos años más tarde, el llamado “baby boom”  o explosión demográfica. Ciertamente en el campo y concretamente en lo que se refiere a Grulleros  y en  el resto de  nuestro municipio, la situación no era “para tirar cohetes”, pero la mejoría fue evidente.  Fueron nuestros padres los que sufrieron esas traumáticas  consecuencias de la guerra   y  fueron  ellos  quienes trabajaron duro para para brindarnos una educación, a costa de  renunciar a la ayuda, siempre necesaria,  que el campo demandaba, esfuerzo  que a la postre, nos  facilitaría una mejora de las condiciones de vida.

2. La consecuencia inmediata  de esto, fue la salida masiva    de los jóvenes,  en busca de un futuro mejor, convencidos de que ciertamente cualquier  trabajo fuera del  ámbito rural, suponía una mejora considerable.

3.- La mecanización  progresiva de las tareas agrícolas, la introducción de la segadora tirada por  animales, el motor de petróleo en el riego, que sustituyó a la tradicional noria tirada por caballerías o a las grandes norias del pueblo movidas por yuntas de ganado vacuno, fueron otras tantas mejoras que se dejaron sentir en nuestra zona. La introducción del tractor,  aunque tardía en nuestra zona, un tanto atrasada en esta mecanización, debido precisamente a la multitud de pequeñas parcelas, que hacían poco rentable la introducción de maquinaria de vanguardia, supuso una revolución  en el ahorro de trabajo manual, así como las segadoras a motor.  Aunque  la mayor parte de esta maquinaria  era ya de segunda mano, restó efectivos al campo, pues cada máquina suplía el trabajo de varias personas y además el rendimiento económico era aún mayor.

Otro de los aspectos que pueden comprobarse dentro de los matrimonios  formados en Grulleros es el hombre, por  lo general  el que viaja, mientras la mujer, permanece en su pueblo, bajo la protección de la familia, lo que refuerza  la validez de la  hipótesis que antes había planteado.

En el cuadro   que sigue se comprueba que de  los 43 matrimonios formados  en un momento determinado en el pueblo, en 33 ocasiones fue el hombre el abandonó su lugar de origen para establecerse en  Grulleros, mientras que la mujer lo hizo tan sólo en  10 ocasiones. 

 

En el siguiente gráfico podemos  ver  los porcentajes. El 76,74 %  que llegaron a formar un matrimonio eran hombres por tan sólo el 23,26 de mujeres. Esto por otra parte, viene a demostrar que la mujer está más  vinculada a la familia, o dicho de otra manera, más arropada por ésta, mientras que el hombre gozaba de una mayor independencia, ya en aquel  momento.

 


 
 
 

 

 
 

 

 He mostrado la situación de los enlaces, que  fijaron su residencia definitiva en Grulleros. El gráfico  que muestro  a continuación, se refiere a los habitantes en su conjunto y no sólo a los contrayentes.

En este caso, al no poseer datos propios, como en los anteriores  los he tomado del global del Ayuntamiento de Vega de Infanzones. Las cifras nos da una idea de la evolución  del mismo   en los últimos años.  En él se observa  que  casi la mitad de las personas que viven en nuestro municipio (el 47,89 %) no han nacido aquí, frente a un 52,11 que sí lo han hecho. De aquéllos, el 34,19 % proceden de la provincia de León, el 2,22% de Castilla y León; el 7,73 % del resto de España, y el 3.75 del extranjero.

Si comparamos estas cifras, referidas al año 2018,  fácilmente extrapolables a Grulleros, con las registradas en la generación de nuestros abuelos, el cambio es impresionante.

 
 

 

6.- APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN GRULLEROS COMO PRIMER APELLIDO.

Finalmente,  aprovechando los datos que he recogido del árbol genealógico de las familias de nuestro pueblo, he realizado un recuento tan sólo del primer apellido, con el fin de comprobar  los apellidos que más se repiten en Grulleros. He  incluido en la lista tan sólo los apellidos que superan  las 4 unidades ( Cuadro 1 ). Represento gráficamente esta situación en  el siguiente (Gráfico 1 de abajo).

7.- EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL AYUNTAMIENTO

En la tabla de  abajo presento la evolución  de los habitantes de Grulleros en la serie histórica 2000 - 2018. Si bien se nota una evolución descendente, si nos fijamos el nº de habitantes es tan sólo menor en 10 individuos, con respecto a 2002 ( hace 16 años). Todos sabemos los problemas de envejecimiento que aquejan  a nuestros pueblos,   y como consecuencia  el descenso en la población. Si en nuestro pueblo no es tan notoria, se debe, sin duda a su cercanía  a la capital.

 

 

Con la mera observación de la tabla y los gráficos casi no precisa comentario: En menos de 20 años, Vega de Infanzones ha perdido 99 habitantes, Grulleros 17 y por el contrario Villadesoto ha ganado 74, lo que viene a  salvar la situación global del ayuntamiento.

 

 

8.- CONCLUSIONES

Se ha podido apreciar  en el pasado de Grulleros,  una importante tendencia a la endogamia, o costumbre de escoger pareja dentro del propio pueblo.  

El marco legal  vigente en la época antigua, amparaba la vigilancia de los padres,  en decisivo paso  de formar una familia, y justificaba la intervención de los progenitores, a la hora de elegir con quién debían casarse sus hijos. Razones de índole  geográfica, sociológica, económica y cultural, propiciaban esta práctica endogámica. Al no tener estudios similares en otros pueblos cercanos,  no se puede afirmar rotundamente , pero es de suponer que arrojarían  unos datos  similares a los que aquí he podido reflejar.

El moverse en torno a costumbres y tradiciones e intereses económicos similares,  la aspiración ideal era desposarse con un contrayente del mismo pueblo, para cultivar las fincas en un espacio reducido, dadas las dificultades de comunicación y de medios materiales, que  en la introducción he detallado, hacían decantar a los jóvenes de Grulleros,  por un vecino del mismo con el que, al fin y al cabo, compartía el mismo espacio vital.

La boda misma era mucho más fácil de  organizar, tanto por lo que concierne a los contrayentes como a sus familias, cuando ambos eran de Grulleros, sin necesidad de desplazamientos y así, cuando la familia era “de posibles”, con buena capacidad económica, la fiesta duraba varios días.

A pesar de todo, hemos visto cómo, con el paso del tiempo, en apenas dos generaciones, el mercado matrimonial se vio enriquecido por la llegada de jóvenes  de Vega, Vilaldesoto, Torneros y Vilecha y Sotico fundamentalmente, poblaciones cercanas, con las que compartían, intereses e  idénticos modos de vida.

El hecho de que la endogamia en Grulleros, se haya producido en dentro de un número de habitantes no excesivamente reducido, ha contribuido a disimular o evitar los posibles efectos nocivos, que una prolongada práctica de este tipo hubiera podido producir. He considerado exogámica la incorporación al pueblo de  personas de los pueblos limítrofes tan cercanos como Vega,  Villadesoto o Torneros, distantes tan sólo 1, 2 ó  3 Km. respectivamente, ya que  todos ellos, en su conjunto representaban de población superior a las 1.000 habitantes, cuando en realidad se entiende que el límite para considerarlo como tal, no debería ser inferior a  los 10 Km.,  pero en nuestros pueblos, más concentrados, estos parámetros puede que hayan de   ser considerados de forma diferente.

Tradiciones ancestrales, tales como “la empajada”, el pago del ” piso”, o invitación que los mozos de pueblos forasteros debían pagar a los locales,  las “cencerradas”  o acompañamientos a  cuando  especialmente un hombre se casaba por segunda vez, o con una muchacha mucho más joven que él, que hemos visto que tenían una fuerte raigambre en Grulleros y pueblos cercanos, no son compatibles con  una sociedad moderna y más  abierta,   como la  actual.  Eran producto de una serie de sociedades acotadas, como la “Sociedad de Mozos del pueblo”,  y otras muchas, han quedado relegadas  a lo anecdótico,  y con escasa vida,  dentro del capítulo del folklore tradicional, que hoy trata de resurgir. Algunas sencillamente han desaparecido.

Hemos visto cómo esta situación va cambiando paulatinamente  a lo largo de dos generaciones y radicalmente el siglo XXI.  Pero no cualquier grado de endogamia es negativo, y lo contrario también  tiene consecuencias. Si la fuerza externa de población  es superior a  la interna, la identidad como pueblo se diluye perdiendo su carácter intrínseco.

 Algo parecido ocurre si la emigración es numerosa. Si sólo los mayores se quedan en el pueblo, éste está abocado a la desaparición.  Es lo que ocurre con    muchas  familias  con hijos. Cuando  éstos  se acceden al grado de la enseñanza secundaria, se van trasladando a la ciudad en busca de una mejor educación  para ellos. La consecuencia negativa,  es  el despoblamiento y envejecimiento progresivo de los pueblos, con la consiguiente falta de iniciativa propia de los jóvenes.  Este fenómeno, no es tan notorio  en Grulleros, porque muchas familias pueden compatibilizar su trabajo en la ciudad con la residencia en él, dada la escasa distancia con la misma, pero aún así, tiene gran incidencia. 

9-AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer la gran ayuda  en especial a mis padres, que pese a su avanzada edad,  han  contestado  infinidad de veces a mis insistentes preguntas para aclarar las dudas, surgidas a lo largo de deste trabajo. También  agradezco la colaboración prestada, en cuanto a sus respectivas familias, a Cándido Soto, José Manuel Pellitero, Alfredo Rodríguez , Gaspar Crespo y muy especiamente a Sidonia García,"Doni".

 

10.- ESQUEMA DEL ÁRBOL GENEALÓGICO DE ALGUNAS FAMILIAS DE GRULLEROS.

 La Ley de Protección de Datos obliga a mantener la preceptiva cautela sobre los  datos personales, como arriba he explicado, motivo por el cual  sólo publicaré algún esquema, de los muchos realizados,   de tal manera que no sean visibles los datos que en él se contienen.

10. 1.- En el correspondiente a mi familia, he borrado los datos sensibles, pero que permitan ver la estructura, y así hacerse una idea de la complejidad de  los grupos familiares.

10.2 El 2º  esquema presenta  19 GRANDES GRUPOS FAMILIARES DE Grulleros.

 

10.3 El 3º   representa  un ejemplo,de la estrecha relación de las diversas familias de otros veinte grandes grupos familiares.